1 diciembre
El que camina en integridad anda
confiado.
Proverbios 10:9
Su andar será lento, pero seguro. El que se
afana por ser rico no será inocente ni estará seguro; mas aquel
que permanece firme en la integridad y persevera en ella, si no
consigue riquezas, ciertamente tendrá paz. Cuando hacemos lo
que es justo y bueno, somos como el que anda sobre la peña,
porque estamos seguros de que nuestros pies se apoyan en terreno
sólido. En cambio, el más grande éxito alcanzado por medios
ilícitos, siempre será incierto y engañador. Quien así lo ha
obtenido, de continuo andará temeroso de que llegue el día de
las cuentas y pierda todas sus ganancias.
Sigamos el camino de la verdad y la justicia,
y con la gracia de Dios, imitemos a nuestro Señor y Maestro
en cuya boca jamás hubo engaño. No temamos a la pobreza ni
el ser tratados con menosprecio. Nunca realicemos acto alguno
que nuestra conciencia no pueda justificar.
Si perdemos nuestra paz, perdemos una
cuantiosa fortuna. Siguiendo el camino trazado por Dios, y
no apartándonos jamás de los dictámenes de nuestra conciencia,
nuestro camino estará al abrigo de cualquier accidente.
«¿Quién es aquel que os podrá dañar, si vosotros seguís el bien?»
Tal vez seremos llamados necios si nos mantenemos íntegros;
empero donde se pronuncia un juicio infalible, seremos tenidos
por cuerdos.
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