La voluntad de Dios
LEER: Salmo 37:23-40
Por el Señor son ordenados los pasos del hombre, y él aprueba su camino.
—Salmo 37:23
A menudo, queremos conocer la voluntad de Dios; en especial, cuando
atravesamos alguna dificultad. Nos preguntamos: ¿Qué me sucederá? ¿Debo
quedarme o Dios quiere que vaya a algún otro lado? La única manera de saberlo
con seguridad es hacer lo que te pide que hagas en este momento (tus
obligaciones actuales) y esperar que te revele cuál es el próximo paso.
A medida que obedezcas lo que ya sabes, cobrarás fuerzas para seguir
avanzando. Paso a paso, uno detrás del otro. Así aprendemos a caminar
con Dios.
Pero tú dices: «Supongamos que doy el primer paso. ¿Y después qué?». Eso es
asunto de Dios. Tu tarea y la mía es obedecer hoy y dejar el futuro en sus
manos. El salmista afirma que «por el Señor son ordenados» nuestros pasos
(37:23). Lo único que necesitamos hoy es su guía para esta jornada. Las
instrucciones para mañana no sirven absolutamente de nada. George MacDonald
declaró: «No entendemos la página siguiente del manual de Dios; solo vemos la
que tenemos adelante ahora. Tampoco se nos permitirá dar vuelta la hoja hasta
que hayamos aprendido su lección».
Si nos preocupamos por conocer la voluntad de Dios y obedecer diariamente
sus instrucciones y advertencias, y si andamos por fe y recorremos el sendero
de la obediencia, descubriremos que Él nos guiará durante todo el día. Como
señaló Jesús: «Basta a cada día su propio mal» (Mateo 6:34).
Bienaventurado el que descubre por dónde
va Dios y lo sigue.
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